Junio, un tiempo para renovar la fe y el amor

Junio siempre es un mes especial para esta Comunidad Educativa ya que es el tiempo en el que recordamos y celebramos la advocación bajo la cual nacieron estas instituciones, el Sagrado Corazón de Jesús.

Es por eso que a lo largo del mes lucimos en el pecho el corazón de paño rojo que lo identifica y que nos identifica como familia de su devoción.

El Sagrado Corazón de Jesús es una devoción que Monseñor Ramón Roubineau amó desde su infancia ya que su familia era fervorosa devota de ella. Fue por eso que promovió la creación de una capilla que le rinda honor en el naciente barrio Berón de Astrada y entre los vecinos que visitaba para celebrar la misa en lo garajes de sus casas.

Así comenzó su historia en este sector de la ciudad y así comenzó nuestra historia como Comunidad. Es que la capilla (hoy parroquia) fue el punto de partida de una obra educadora que logró convertirse bajo su amparo y protección, en una gran manzana educativa que cobijó a lo largo de más de cinco décadas a miles de niños y jóvenes, educados en la calidez del corazón, manso y humilde de Jesús.

Entonces, junio es un mes de fiesta para todos los que formamos parte de esta familia, es un tiempo dedicado a honrar y a renovar con alegría nuestra devoción al Sagrado Corazón de Jesús.